
Esa frase la decía mucho mi profe de filosofía del instituto, el que tiene din tiene don. Estaba yo hoy tan tranquila tomando unas tapas (exquisitas por cierto) en el Eslava, cuando de repente aparece la duquesa de Alba y se sienta en la mesa de al lado. Revuelo en el bar, una señora gritándole supercontenta "¡Buenos días, señora duquesa, encantada!" sin dejar de sonreir, que le ha faltado a la mujer hacerle tres reverencias seguidas. No la atiende cualquier camarero, como a los demás, sino el jefe supremo, que le lee la carta de pe a pa (eso no lo hacen normalmente, tú lees la pizarra y eliges) explicándole cómo estaba hecho cada plato. Sirven a la mujer con un carrito mu apañao con un mantel blanco de encaje (a los demás nos traen el plato en la mano y punto). Que si están encantados de volver a atenderla, que si está todo de su agrado, en fin, un peloteo máximo un poco estomagante. La mujer que le gritó al entrar, cuando se iba le volvió a dirigir la palabra a gritos, igual de feliz que antes, "¡Que aproveche!", y yo le contesté bajito "gracias". Pero creo que no me lo decía a mí, sino a la duquesa, que estaba a mi espalda.
No es que tenga nada contra esa señora, pero no consigo entender por qué ese peloteo sumo, ese baboseo anticuado. No sé, seré rara, pero yo me quedo con mi anonimato y mi tranquilidad, aunque no tenga nunca los minoooolles de la duquesa. Además, yo ya soy rica, ¿o es que no lo sabíais?
1 comentario:
Efectivamente, esa esa mi frase a pesar de q kieran bajarnos el sueldo..."YO SOY RICA, EN TODOS LOS SENTIDOS" :)
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