miércoles, 4 de junio de 2008

Heridas

Eso que véis ahí es mi maltrecha rodilla después de haberla hincado en tierra no muy delicadamente que digamos... La pongo porque me duele, está fea, morada, y tardará un tiempecillo en recuperar su aspecto normal. Pero lo hará.
Lo mismo pasa con las heridas que me ha dejado él. Lo estoy pasando mal, estoy tristona, hipersensible, irascible, pero volveré a ser yo, aunque tarde un tiempo.
No podrás conmigo, no voy a dejarme hundir.
LO MEJOR ESTÁ POR VENIR.

1 comentario:

tigress dijo...

Ya sé que eres una campeona y que sobrevivirás. Seguro. Pero echo de menos en este blog pequeñas cosas que te hagan reír. ¿Que tienes la rodilla morá? Más morao estuvo mi culete aquella mañana de otoño cuando patinábamos en el parque Mª Luisa... No me puedo creer que todos tus pensamientos de tu vida cotidiana giren alrededor de él.¿Cuando cierras la puerta del cuarto de baño en quién piensas? ¿y cuándo no comes en platos de postre? ¿Y cuándo vas en bus (C2) y todos te miran? ¿Y cuándo cantas el gloria con tus alumnos? ¿Y cuándo alguien te dice "que mal cantas" en quién piensas? ¿Y cuándo comes sopa? ¿Y cuándo hablan de Japón?...Hay tantos motivos por los que reirse y tantas cosas en las que pensar que él deja de ser importante. Como diría aquel anuncio: "¿Él? ¿Quién es él?"