miércoles, 17 de marzo de 2010

Con la Iglesia hemos topado

Hola amiwitoss,
¿Recordáis cuando os decía lo bien que iba todo? Pues es cierto, todos los preparativos van fenomenal, o iban... Ya me lo adviritó mi Piti, "no dejes la documentación de la Iglesia para el final, que conozco a muchas amigas que han tenido problemas". Hija, pues qué razón tienes Piti, ha sido tocar el tema de la Iglesia y dar todo como un frenazo. Primero, que los cursillos prematrimoniales no se pueden hacer a distancia (hasta este año sí se podía), luego que hay que hacerlos tres meses antes del enlace, luego que aquí ya no se dan, no te informan por supuesto de dónde sí se dan, ya suponen que te buscarás la vida. Te la buscas, efectivamente (¡benditas madres!) y ellas, con todo cariño, te dan hasta los horarios. Te apuntas y te dicen que lo de tres meses no es pa tanto (y tú ahí, con el estrés), que da igual que arregles antes la otra documentación y que ya presentarás lo del cursillo. Vale. Ahora te dicen que la toma de dichos es mejor en Rota, no, en Sevilla, en la parroquia de la novia, no, en la del novio, no, la de la novia tiene que darle permiso a la del novio, que no, que no hace falta, qué tontería más grande, pero ¿por qué no lo hacéis todo en Rota? ¿Hacer el papeleo en Rota? De eso nada, todo en Sevilla.
En fin, amiwitoss, estas son, resumidas, algunas de las alucinantes gestiones que hay que hacer. Por supuesto, de los modales ni hablamos, que te tratan como si fueras un mosquito que viene a incomodar y sólo tienen ganas de quitarse de encima cuanto antes.
No voy a hacer ningún comentario tipo "cogía yo un lanzallamas..." porque hay de todo como en todos sitios, y algunos curas también se preocupan de hacer bien su trabajo, pero desde luego ninguno de ellos está por los alrededores...
Qué razón tenía Don Quijote al decirle a su amigo Sancho "Con la Iglesia hemos topado".
Besoss mil.

martes, 2 de marzo de 2010

Volver al amor primero

Hola amiwitoss,
Esta tarde en el cole hemos tenido un retiro y me ha encantado. La idea era la de volver al amor primero, a aquellas cosas que nos movían, que nos ilusionaban y que tal vez hemos dejado caer en el olvido por desidia, por estar demasiado ocupados con las cosas "importantes".
No sé si a vosotros os pasa, pero a mí de vez en cuando me gusta pararme y echar un vistazo a mi vida, ver cómo estoy y qué hay que cambiar para estar mejor ( y no me refiero aquí a cambiar el viejo sofá por el estupendo "Álvaro" de piel de Ikea).
Hoy me he acordado de muchas tardes en el cole, del día que nos tocaba a nuestro grupo preparar la Eucaristía y al no encontrar el vino, pusimos uno que vimos al final del armario y casi matamos al pobre Gustavo porque aquello era ya vinagre del malo, ¿te acuerdas Marta? Y ese Javi Núñez, que se subía por las paredes con el vocabulario litúrgico de mi Marta del tipo: los trapos, la mesa, la copa o el palo del micrófono.
Pero también me he acordado de las carcajadas cada día en clase, sobre todo en 4º y 5º de carrera, que no nos echaron porque estudiábamos mucho, que si no... Y de todas las cosas que me propuse hacer y no hacer con los alumnillos cuando yo fuera profe.
Y los buenos ratos en esa residencia de Lyon, contándonos historias y viviendo un capítulo interesantísimo de mi existencia, y de aquellas experiencias en Togo que me marcaron y me cambiaron la vida, y tantas personas que llegan y se quedan, y tantas otras que se van.
Por eso es verdad que a veces necesito pararme y darme cuenta de que tenemos entre manos el regalo más grande. De que hay que soñar siempre, ser lo que uno quiera ser, amar con toda el alma, y sonreir, porque nuestra vida apenas acaba de empezar.
Os dejo con una cita del genial Charlie Chaplin:
"La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida... antes de que el telón baje y la obra termine sin aplausos".
Besoss mil.