Estoy malita

Hola amiwitoss. Una breve entrada para deciros que he cogido un virus estomacal que me tiene malita, sin ganas de na, con escalofríos y otra serie de lindezas que no os cuento pa no espantaros. Jooo!!!! Os dejo, que voy a tumbarme un ratito. Besoss.

Pánico en el ascensor

Hola amiwitoss!
Como ya sabéis, mi relación con los ascensores no es precisamente ideal, y menos desde que nos caímos en el de la clínica el día que tenía que operarme. La culpa, aparte del mantenimiento y todo lo demás, fue de la monja asesina que dijo aquello de "pasen, pasen, que cabemos todooosss!!!" ¡Ay omá qué susto pasamos!
La cosa es que esta mañana, al subir en el ascensor de casa, me dio un mal rollo total, porque al entrar vi como si estuviera más separado que de costumbre, no sé, una sensación muy rara, pero como íbamos cargados de bolsas para tirar y reciclar, me dije que serían cosas mías. Al entrar y pulsar la planta 0, la puerta se cerró como a cámara lenta, y cuando al fin se cerró del todo, hizo un ruido extraño y se abrió la puerta de dentro dejando la de fuera cerrada. Os juro que un poco más y me desmayo. No sé a qué botones le dio el niño cactus (mi héroe), sólo sé que yo le di al de alarma, pero claro, con los vecinos tan "majos" que tengo, no apareció ni el tato. La cosa es que la puerta se volvió a cerrar como a cámara lenta y bajamos. Habrá durado todo como un minuto y medio, pero yo respiraba como si estuviera de parto, me temblaban las piernas y el corazón se me iba a salir por la boca. ¡¡Pánico total!!
Joder, que con una caída en el ascensor en la vida, es más que de sobra ¿no? Pero os digo, si se llega a caer desde el 4º, ilesos seguro que no estaríamos.
Eso sí, como no hay mal que por bien no venga, ya he jurado que se acabó el ascensor, al menos hasta que se me olvide el mal rato, y se me va a poner un culo divino de la vida oyess!!!

Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente

¡¡Hola amiwitosss!!

Hoy es uno de mis días favoritos del año, los Reyes Magos se acercan y esta tarde recorrerán las calles repartiendo ilusión y caramelos. Ya sabéis que lo vivo intensamente, y aunque a veces diga cosas como que estos son los únicos Reyes a los que reconozco y venero, o que soy monárquica dos días al año, que son hoy y mañana, en realidad la emoción se apodera de mí, hasta el punto de llorar al ver en la tele la visita de los Reyes a los niños hospitalizados. Este año me quedo con el deseo del Rey Baltasar, un senegalés llegado en patera, que deseaba que todos esos niños a los que estaba visitando mañana mismo estuvieran corriendo en la calle.

Que sus Majestades se porten bien con vosotros, y que sigamos viviendo juntos esta fiesta preciosa muchos años más.