
Sí amiwitos, llegó una vez más ese temido día. Se acabó eso de no llevar reloj, de no poner despertador, de salir y entrar libremente... Se acabó lo bueno.
Pero este año tengo una novedad: aunque en el cole las cosas seguirán como siempre (me temo), por fin este año no estoy totalmente depre. Será que soy feliz, que el positivín dos grageas (como dice Belensita que me tomo) surte efecto y ya ni siquiera el fin de los dos meses de vacaciones me causa el disgusto de antaño.Gracias al niño cactus la vida ahora es más fácil. En fin, que lo del fin de las vacas sigue siendo un rollo, pero menos. Al menos ahora las playas empezarán a dejar de estar hasta la bola de chonis, canis, sandías en la orilla, plásticos y basura en general. Ya os contaré si mañana, después del primer día, sigo así de positivina.